28 jun 2009

Daddy Yankee Todo Un Ciudadano Ilustre

“Daddy Yankee en escena, saludos a mi gente de Piedrabuena.” La rima, contundente, transformó lo que había empezado como un rumor, en realidad: la estrella mundial del reggaeton, de rigurosos anteojos negros, estaba arriba del escenario de la canchita de fútbol, frente a cinco mil vecinos.


“Este es mi barrio en Buenos Aires”, dijo el cantante de Puerto Rico, recordando el caserío en el que se crió hasta llegar al rincón porteño que eligió como propio.¿Cómo llegó este cantante a tocar de manera sorpresiva en un barrio postergado? Es que en Piedrabuena el arte es un distintivo del paisaje.


Los monoblocks se enredan como una serpiente que conecta edificios de hasta doce pisos. Pasillos y jardines imprevisibles están adornados de murales y grafittis. Los edificios, inaugurados por los militares, jamás fueron terminados. Las gigantes unidades de la línea 50 atraviesan el barrio, pasando por debajo de departamentos que flotan sobre las avenidas: los vasos se caen de las mesas por la vibración, los tanques de agua se ladean. Las instalaciones de gas, externas y precarias, son peligrosísimas. Y las estructuras de concreto se van rajando como en La caída de la Casa Usher, el cuento de Edgar Allan Poe.

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